Tirar de la manta.


Palacio Decanal de Tudela(Navarra) - La Manta

Mantas era el nombre que se le daba antiguamente en Navarra a los grandes lienzos donde podían leerse los nombres de los judíos conversos de cada villa. A este respecto, Marichalar y Manrique cuenta en su "Historia de la Legislación" (1868): "...en muchas iglesias de Navarra se veían, aún a fines del siglo XVIII, grandes lienzos, llamados vulgarmente mantas, en que estaban escritos los nombres y apellidos de las familias que descendían de judíos convertidos".
En Tudela, la manta estaba colocada en la Capilla del Cristo del Perdón de la catedral, y fue puesta allí en 1610, según las autoridades, "para que la limpieza de sangre se conservase en la ciudad y otras partes, y se supiese distinguir los que descendían de los conversos, [...] y se supiese y pudiese distinguir la calidad de los hombres nobles".
De esta ignominiosa costumbre derivó la amenaza de "tirar de la manta", es decir, desvelar públicamente que alguien era un cristiano nuevo y por lo tanto con antepasados hebreos, lo que en aquella época y sociedad constituía un gran descrédito.

Comentarios

  1. Muy interesante!!!
    Tengo entendido que la costumbre de las matanzas (de cerdos, de cuatro patas) tienen su origen en algo parecido. Con el ánimo de comprobar si los conversos, (bastante más trabajadores que los cristianos viejos),lo eran de verdad o solo de boquilla, para poder medrar, se invitaba a la matanza a unos y otros y si no comían cerdo... para empezar se le denunciaba y se le confiscaban sus bienes.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Cuando era pequeño siempre me preguntaba, con mucho miedo, si mi apellido estaría en esa manta. Cuando pusieron esta reproducción fuí corriendo a verificarlo...
    Por cierto, y no es chiste, en la misma figura un "Rodriguez Zapatero".
    No conocía lo que tu cuentas pero es totalmente verosimil. Otra de las formas de controlar la "pureza de sangre" era con el peculiar sistema de los cuatro apellidos (padre,madre,padre,madre)de esa forma, a falta de ADN, se disponía de una cierta trazabilidad.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Canción Occitana... con oculto mensaje Cátaro.

Donostia y las fuentes Wallace.