Boni aureis et justi ponderis : De buen oro y peso justo. Nápoles 1488- Ceremonia de la dote de Isabel de Aragón y Gian Galeazzo Sforza. En ese momento, el pesillo capturó la atención de todos. Sobre un platillo, Moisés puso unos pesos pequeños equivalentes a la quilatación exacta de las monedas. En el otro colocó el primer ducado. La moneda no consiguió reequilibrar el pesillo. La cantidad de oro era inferior a la muestra que estaba en el otro plato. A pesar de que el pobre Moisés dió con el dedo unos golpecitos al platillo de la moneda, para asegurarse de que el pesillo no se había bloqueado, inexorablemente la balanza no se movía. ¡No! El ducado pesaba menos del justo pondere . A continuación se controlaron una segunda, una tercera y una cuarta moneda. Ninguna llegaba al peso justo. ¿Falsas?-preguntó Sanseverino entre el silencio de la sala. Aunque la pronunció a media voz, la palabra pareció rebotar de una pared a la otra. -Falsas, no, Excelencia, cercenadas. El borde ha...