Málaga, Noviembre 2015 La fiesta de Halloween siempre me ha parecido una sutil maniobra del colonialismo económico, cultural y religioso estadounidense. Maniobra destinada a consolidar, de manera definitiva y en todos los terrenos,su total y absoluto poder sobre la "vieja y decadente Europa". A esta maniobra, y cual chacales llegados a la carroña, se han sumado, desinteresadamente por supuesto, cientos, miles más bien, de fabricantes orientales (chinos principalmente). Estos han abarrotado sus bazares, y posteriormente invadido nuestros hogares de la más abigarrada y zarrapastrosa panoplia de porqueriosos artículos relacionados con tan infausta fiesta. Porqueriosos y banales artículos en cuya fabricación se consumen ingentes cantidades de energía y materias primas y se generan toneladas y toneladas de materias contaminantes. Porqueriosos e inútiles artículos con los que vaciar nuestros exangües y depauperados bolsillos. Porqueriosos y horteras artículos que acabarán po...